Madrid: Jephtha oratorio dell’estasi

Un trionfo vocale in forma di concerto, tra rigore barocco e pathos sacro

È Jephtha, l’ultimo oratorio di Georg Friedrich Händel, a conquistare per la prima volta il palcoscenico del Teatro Real di Madrid, in una versione concerto che rinuncia alla scena senza perdere un briciolo di forza drammatica.

Composto su libretto di Thomas Morell, tratto dal Libro dei Giudici e da Jephthas sive votum (1554) di George Buchanan, fu presentato per la prima volta al Covent Garden di Londra il 26 febbraio 1752. Oggi, oltre due secoli dopo, arriva nella capitale spagnola come una vera e propria celebrazione del sacro attraverso la musica.

La lettura affidata all’eleganza interpretativa dell’orchestra Il Pomo d’Oro, diretta con precisione e naturale musicalità da Francesco Corti, si distingue per sobrietà e raffinatezza. Il coro, preparato da Giuseppe Maletto, è compatto, vibrante, partecipe: autentico protagonista collettivo. Il suono si dispiega con equilibrio tra la delicatezza delle dinamiche e la potenza emotiva, in un’architettura sonora in cui ogni sezione dell’orchestra trova spazio per brillare. Il clavicembalo — con il suo timbro denso di memoria — e la presenza più piena e moderna dell’organo si rincorrono in una tessitura che unisce passato e presente, sacro e sensibile.

In un oratorio come questo — apparentemente privo di azione scenica — è la voce a guidare ogni tensione, a costruire ogni climax.

Michael Spyres, nel ruolo di Jephtha, domina la scena con il suo timbro baritenorale unico, saldo nell’emissione, curato nel fraseggio, e capace di scolpire ogni parola con impressionante profondità.

Al suo fianco, una Joyce DiDonato in stato di grazia dà vita a Storgè con intensa autorevolezza scenica: sempre presente, anche nel silenzio.

Mélissa Petit, nella parte di Iphis, convince con un registro luminoso e controllato, affilato di emozione e generosità espressiva.

Cody Quattlebaum è uno Zebul ricco di fascino vocale, con un’emissione calda e un portamento nobile.

Completa il cast il soprano italiana Ana Ripoli, voce d’impatto e temperamento vulcanico, che suggella il finale con un’energia capace di trascinare tutto l’ensemble verso un apice interpretativo di raro magnetismo.

Un concerto senza scenografia, ma non per questo privo di spazio: Jephtha vive in un’architettura interiore, in un paesaggio del cuore che pulsa al ritmo di una musica capace di toccare l’invisibile. Un’esperienza di ascolto intensa, raffinata, indimenticabile — tra rigore barocco e fervore spirituale.

Ricardo Ladrón de Guevara
(1ºmaggio 2025)

Originales en español

La Versión Concierto de un Oratorio

que habla y canta al sacrificio

y que se convierte en verdaderamente religioso deleite

Es el último oratorio del genial Händel.  Es la primera vez que se presenta en el Teatro Real y en versión concierto. Lo conforman tres actos. Con el libreto de Thomas Morell, basado en el Libro de los Jueces y en Jephthas, sive votum (1554) de George Buchanan. Georg Friedrich Händel lo estrena en el Covent Garden de Londres el 26 de febrero de 1752 y hoy llega a Madrid.

Un montaje sobrio, elegante y se podría decir austero si no fuera porque se utilizan los recursos de una manera sutil pero, muy acertada. Dirige La Orquesta Francesco Corti y el Coro Giuseppe Maletto. Una música con presencia y con fuerza que irrumpe de principio a fin para el deleite de quien la escucha. Un juego de acordes fabulosos que logran emocionar y evocar los más claros e íntimos sentimientos. Cada cuerda tiene su protagonismo e incluso su momento de brillo. La presencia eso si del Clave dotan a esta sonoridad de ese toque sofisticado de recuerdo que emana de este singular instrumento y que se combina claro, con las más actual y contemporánea presencia del órgano.

Y obviamente en un “Concierto” que se podría decir, aunque pueda sonar discutible que carece de acción dramática el papel de las voces es sin duda el todo. Es la esencia y el punto determinante de todo lo demás. Jephtha es Michael Spyres, tenor norteamericano de presencia solemne en el escenario y dueño de esa voz de baritenor única en el panorama artístico del momento  que no solo lo identifica sino que lo señala y lo engrandece, por su técnica, su estudio y su trabajo arduo y cuidado al máximo. Escucharle es más que un privilegio  y su interpretación ha sido maravillosa. Como lo es también la muy grande Joyce Didonato mezzo norteamericana también, de prolija trayectoria, repertorio y talento que ha hecho una Storge de una aplomada estancia en escena en la que siempre destaca esté o no cantando en ese momento. Y la soprano francesa Mélissa Petit que hace una  Iphis de un registro vocal verdaderamente sensacional, con sentimientos y con una entrega sin límites. Y es un verdadero placer contar con el bajo-barítono norteamericano Cody Quattlebaum con su sobrada eficacia y eficiencia en escena, con ese registro incomparable para dar vida a un gallardo Zebul que hipnotiza, cautiva y atrae hasta que más. Y luego solo se puede destacar el cierre casi volcánico de la gran voz de la soprano italiana Ana Ripoli para redondearlo todo con la fuerza interpretativa y fiereza se sensacional arraigo que despierta el maravilloso coro y orquesta de Il Pomo D´oro con un marcado acento de acierto sobre el escenario, voces perfectas y una armonía grupal simplemente magnífica.

Ricardo Ladrón de Guevara

Un Concierto inolvidable, que no tiene escenografía porque no tiene espacio que lo determine y en el que el corazón late a ritmo de lo que los oídos están celebrando . Un regalo de voz, música y notoriedad imborrable.