Madrid: la Zarzuela celebra la “madrileñidad”
Dopo oltre vent’anni di assenza, due capolavori imprescindibili della storia della Zarzuela — La Revoltosa di Ruperto Chapí e El Bateo di Federico Chueca — tornano a calcare il palcoscenico, e lo fanno in una veste scenica audace, con l’intento dichiarato (e riuscito) di attualizzare un genere profondamente radicato nella cultura spagnola. Un’operazione non solo innovativa, ma emozionante, capace di toccare corde profonde nel cuore del pubblico del Teatro de la Zarzuela. Un coraggioso atto d’amore verso un genere troppo spesso relegato a cliché e vecchi stereotipi, che invece dimostra ancora una volta la sua sorprendente vitalità e adattabilità.
Dietro questo riuscito esperimento troviamo la firma di Juan Echanove, talento riconosciuto del teatro spagnolo, che in questa occasione si cimenta anche nella regia. Un passaggio naturale per un artista del suo calibro, che dimostra ancora una volta quanto sia necessario “fare arte” per innovare senza tradire.
Il Lavapiés che prende vita in scena è un quartiere madrileno sospeso tra passato e presente: strutture metalliche evocano palazzi di ieri e di oggi, circondando piazze cariche di quell’inconfondibile “madrileñidad”, difficile da definire ma facile da percepire. La magia di questa cultura si esprime nelle frasi, nei canti, nei gesti quotidiani più che in un’epoca precisa, e proprio questo è il segreto della forza del genere.
A valorizzare ulteriormente questa visione un disegno di luci firmata da Juan Gómez Cornejo, capace di trasformare lo spazio scenico in un luogo indefinito, poetico, dove la luce non solo illumina, ma suggerisce, delinea, amplifica. Le scenografie portano la firma raffinata di Ana Garay.
Sul palco si alterna un cast ricchissimo: i baritoni Gerardo Bullón, Javier Franco e José Julián Frontal; il tenore José Manuel Zapata; le voci femminili di Milagros Martín, María Rodríguez, Berna Perles, Sofía Esparza e Blanca Valido; l’attrice e cantante Lara Chávez; il tenore comico e attore Alberto Frías; e ancora i tenori Ricardo Muñiz e gli attori Julen Alba, Sergio Dorado e Ángel Burgos. Personaggi madrileni in purezza, uomini e donne che amano, ridono e piangono con una passione e un’autenticità straripanti.
Alcuni momenti musicali spiccano per intensità ed eleganza: il dialogo tra Felipe e Mari Pepa in La Revoltosa o l’irresistibile scena corale dei Barquilleros in El Bateo restituiscono pienamente il vigore musicale della Zarzuela. Le partiture di Chueca e Chapí brillano per eloquenza, freschezza e capacità evocativa. Il loro linguaggio, riconoscibilissimo, consente una fusione perfetta tra i due spettacoli, pur mantenendo la forte identità di ciascuno.
A questo si aggiunge l’efficace tessuto drammaturgico dei testi: Antonio Paso e Antonio Domínguez per El Bateo, José López Silva e Carlos Fernández Shaw per La Revoltosa, tutti ricchi di quelle espressioni così tipiche di Madrid da avere un sapore tutto loro. Un linguaggio che prende vita grazie all’interpretazione brillante di artisti che calcano la scena “con garbo”, come recita la celebre canzone.
Una menzione speciale merita la novità assoluta di questa produzione: l’inserimento di un terzetto femminile comico mai rappresentato prima, che si rivela un’irresistibile aggiunta al tono brillante dell’opera. E a completare l’ensemble, l’eccezionale lavoro del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, diretto con maestria da Antonio Fauró, e la presenza di dodici danzatori-figuranti che animano ulteriormente il palcoscenico.
Uno spettacolo straordinario che infonde nuova vita alla lirica spagnola e ci permette di esclamare, senza esitazione e con gioia: viva la Zarzuela — due volte viva!
Ricardo Ladrón de Guevara
(26 aprile 2025)
Originales en español
Una propuesta cotemporánea de lo más clásico, porque lo que se dice, lo que se canta, lo que pasa y lo que no pasa siempre será cercano a nosotros en este momento del calendario y en cualquier otro.
Tras más de 20 años de ausencia ambos tesoros de la historia de la Zarzuela vuelven a subir a un escenario. La propuesta escénica de combinación está precedida por una arriesgada intención y es la de modernizar, o más bien contempóraneizar algo tan arraigado en el fondo más clásico de la cultura española. Esta propuesta además de innovadora, en esencia arranca del corazón del espectador del Teatro de la Zarzuela todo tipo de sensaciones. Para los que consideramos que tal “osadía” no solo es que está perfectamente justificada si no que además es necesaria. La prueba más firme de que el género llamado chico es eterno e imperecedero es que pueda adaptarse a lo más moderno y sacarlo de viejos patrones y del encasillamiento que puede padecer. Y sin duda es una alegría saber que el talento de Juan Echanove es el que está detrás de todo. Su lugar en el legado de la interpretación en España se regocija que que pueda abarcar también la dirección escénica y artística de la Zarzuela. Y es que es precisamente arte lo que se tiene que hay que tener para proponer y hacerlo de esta manera.
Las calles de un Lavapiés por el que van y vienen “las mujeres que en sus delantales llevan claveles” están coronadas por una estructura de metal, un sólido andamiaje que delimita lo que podrían ser edificios de ese Madrid de hace 120 años o de este de nuestros días, que siguen circundando las plazas más hermosas cargadas de eso que podría llamarse “madrileñidad” . Y es que saber plasmar la magia de una cultura que está basada en las frases, en las canciones, en las expresiones y no en un año en específico si no en un siempre es lo que hace que todo se ponga en favor del género. En este montaje la iluminación está asociada a esta nueva forma de presentar los espacios en la que no hay nada concreto y en el que la luz sugiere, delimita, marca y agranda. El uso de los alcances de la iluminación está firmado por Juan Gómez Cornejo y la escenografía es de Ana Garay.
Ambos montajes han contado con la participación y el arte de: los barítonos: Gerardo Bullón, Javier Franco, el tenor José Manuel Zapata, la mezzosoprano María Rodríguez, la soprano Milagros Martín, el barítono José Julián Frontal, la actriz-cantante Lara Chávez, el tenor cómico y actor Alberto Frías, las sopranos Berna Perles y Sofía Esparza, la mezzosoprano Blanca Valido, el tenor Ricardo Muñiz, y los actores Julen Alba, Sergio Dorado y Ángel Burgos. Personajes madrileños en pureza. Madrileños y Madrileñas que aman, que ríen y lloran desbordantes de pasión y de autenticidad. Los momentos de lucimiento vocal como el diálogo entre Felipe y MariPepa en La Revoltosa y sobre todo la escena coral de los Barquileros en el Bateo hacen que la música tome presencia. Y es que la música de Federico Chueca para El Bateo y de Ruperto Chapí para La Revoltosa tienen esa carga de representatividad y elocuencia que permite la unión de ambos espectáculos en función del género de la Zarzuela. Cada uno en si tiene y muestra su veracidad porque están basados en esa cadencia que identifica a sus creadores. La vivacidad de las composiciones para coro de una y luego la carga emocional que tiene la intención de ilustrar el amor y sus cuitas de la otra conforman un deleite para quien escucha y claro está se escuchan también los textos de Antonio Paso y Antonio Domínguez en El Bateo y de José López Silva y Carlos Fernández Shaw para La Revoltosa cargados de esas frases que en Madrid tienen una sonoridad, un significante y un significado que sólo la buena interpretación de los profesionales de escena que pisan con garbo, como dice la canción, las tablas y transmiten esa cantidad de emociones y de sentimientos de forma directa y apelando al regocijo del público sea o no de esta parte de la península ibérica.
Es muy importante destacar que en este montaje se ha estrenado un terceto femenino, cómico, que nunca se había hecho antes y que a sido un verdaderamente valioso aporte a la diversión. Y si algo también es mérito de elogio y de un aparte, nunca mejor dicho, es el maravilloso trabajo del Coro Titular del Teatro de la Zarzuela dirigido por el maestro Antonio Fauró. Con todos ellos comparten tambioén escenario doce bailarines-figurantes. Todo en un extraordinario espectáculo que dota de vida la lírica española y que nos permite decir, que viva y que viva, por partida doble, también nunca mejor dicho la Zarzuela.
Ricardo Ladrón de Guevara
La locandina
Direttore | Óliver Díaz |
Regia | Juan Echanove |
Scene e costumi | Ana Garay |
Luci | Juan Gómez-Cornejo |
Coreografia | Manuela Barrero |
Vídeoscena | Álvaro Luna Elvira Ruiz Zurita |
Personaggi e interpreti: | |
EL BATEO | |
Wamba | Javier Franco |
Virginio | José Manuel Zapata |
Visita | María Rodríguez |
Sra. Valeriana | Milagros Martín |
Película | José Julián Frontal |
Nieves | Lara Chaves |
Lolo | Alberto Frías |
Pascual | Ángel Burgos |
Pamplinas | Julen Alba |
Expedito | Sergio Dorado |
Madre | Graciela Moncloa |
Director | Javier Alonso |
Una del coro | Miriam Valado |
Otra del coro | Adriana Viñuela |
Uno del coro | Francisco Rivero |
Otro del coro | Joaquín Córdoba |
L A REVOLTOSA | |
Mari-Pepa | Berna Perles |
Felipe | Javier Franco |
Soledad | Blanca Valido |
Gorgonia | Milagros Martín |
Cándido | Ricardo Muñiz |
Encarna | María Rodríguez |
Sr. Candelas | José Manuel Zapata |
Tiberio | José Julián Frontal |
Atenedoro | Alberto Frías |
Celestino | Ángel Burgos |
Chupitos | Sergio Dorado |
Orquesta de la Comunidad de MadridTitular del Teatro de la Zarzuela | |
Coro Titular del Teatro de la Zarzuela | |
Maestro del Coro | Antonio Fauró |
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